Los sacramentos son un signo sensible, instituidos por Jesucristo, para darnos la gracia, que es un don sobrenatural que Dios nos concede para alcanzar la vida eterna, hay 7 sacramentos:
Bautismo
Confirmación
Penitencia
Eucaristía
Unción de los Enfermos
Orden Sacerdotal y
Matrimonio
En el sacramento de la Confirmación los ya bautizados reciben el Espíritu Santo, que fue enviado por Dios a los apóstoles en el día de Pentecostés, llenándolos, al igual que ocurrió a los apóstoles, con sus siete dones.
Entendimiento: Para comprender el misterio de Dios y de la vida.
Consejo: Para saber tomar y ayudar a tomar decisiones acertadas.
Sabiduría: Para aprender a ver con los ojos del corazón.
Temor de Dios: Para saber respetar la grandeza de Dios y confiar en Él.
Piedad: Para aprender a mirar y a tratar a los demás como a hermanos.
Piedad: Para aprender a mirar y a tratar a los demás como a hermanos.
Ciencia: Para descubrir a Dios como autor de la Creación.
A través de la Confirmación nos hacemos perfectos cristianos y apóstoles de
Jesucristo, nos unimos más íntimamente con la Iglesia y nos enriquecemos con la fortaleza especial del Espíritu Santo, nos comprometemos como testigos de Jesús para extender y defender la fe con nuestras palabras y obras, por ello se debe recibir en estado de gracia (limpio de pecado) y conociendo las principales verdades cristianas.
Cuando se recibe el sacramento de la Confirmación será el Obispo quién transmite al Espíritu Santo sobre el confirmando en el momento en que pone sus manos sobre la cabeza de quien se va a confirmar, ungiéndole con un aceite perfumado bendecido el Jueves Santo, llamado Santo Crisma y diciendo: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo"
Gracias al Sacramento de la Confirmación tendremos la suficiente valentía para decir que somos cristianos sin sentir vergüenza por ello.
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